El contencioso popular: ¿Toni, cantó?

 

Toni Cantó estaba llamado a hacer un papel en la campaña del Partido Popular en la capital. Ignorábamos cuál. Su despedida con sabor amargo de Ciudadanos, en Valencia, tan solo precipitó los acontecimientos. Teodoro García Egea y Pablo Casado, vieron una rendija por la que rematar al partido naranja: ya ocre, y la aprovecharon. ¿Alguien se lo puede reprochar? Un acelerado PP a nivel nacional, hizo la oferta, y en este cenagal de permanente agitación y plena efervescencia, sin pensarlo dos veces, Toni, cantó, o más bien, cedió: dijo sí, sin deshojar la margarita, eso lo deja para los demás, por sibarita.

 La Junta Electoral dio la razón a los populares, podía presentarse a las regionales, pero el  titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº  5 de Madrid, no le dejó, estimando el recurso interpuesto por el PSOE de Redondo (ojo, que no digo de Gabilondo) contra la inclusión en la candidatura del ex portavoz de Ciudadanos en las Cortes Valencianas (puesto número 5 de la lista). Se cierra el círculo por decisión firme. El último paso, es recurrir al Tribunal Constitucional. Pero ¿merece la pena? En otro caso, puede que vuelva todo a su cauce, y de manera natural, el estupendo y apuesto actor, puede acompañar en la campaña a Isabel Díaz Ayuso, quien con el ritmo frenético de su último anuncio, pulveriza las encuestas al uso, para volver luego a la Comunidad Valenciana, a seguir dando la batalla real.

 Nunca es tarde si la dicha es buena. Pues el mensaje siniestro de disparar a Díaz Ayuso con toda la artillería pesada, se retransmite en directo, por toda cadena subvencionada. Y desde Génova, aunque parezca mentira, se les da munición, sin necesidad. Y lo que era un bombazo, les ha acabado estallando en los brazos, que lo acogían, de par en par. Todo muy popular. Ayuso ha de hacer frente al fuego amigo y enemigo. No es algo nuevo pero, nos consta, que querría centrar la campaña en los problemas reales de los madrileños y de España. Y entre unos y otros, no le dejan. Mientras tanto, un omnipresente Pedro Sánchez, que comparece hasta por holograma, siembra con malicia la duda, y mete el dedo en la llaga. Sigue en sus trece: refiriéndose ahora al dúo de Colón, como si el dúo que dio origen al Gobierno Frankenstein, y rige el destino español, no fuera ya un auténtico horror. Por cierto, Inés, parece que ya no sale en la foto. Eso le pasa por vendernos la moto. Los naranjitas han visto poco mundo, si apuestan por el voto de los madrileños por Edmundo.

 En realidad, Toni Cantó ha sido fiel a sí mismo, cediendo a sus ansias de poder: esto es, de poder luchar por la libertad, contra el comunismo y la irrealidad, la cantada ha sido monumental, de tebeo, digo de Teo (cuya omnipotencia "Hervía/s")... Menudo festival. Qué pocos reflejos. Para reflejos populares, los de Abascal, (según Hughes).

 

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