¿Morir de éxito?
El título bien podría
ser aplicado a Podemos o a Ciudadanos, como partidos políticos que no han
sabido responder a las expectativas
creadas al nacer. El primero, para dar cobijo a los indignados del 15-M, y el
segundo, haciendo frente al nacionalismo en Cataluña, para luego extenderse al resto de España.
Dejando a un lado a los
del PLUS ULTRA, y centrándonos, que falta nos hace, en Ciudadanos, un partido que
quiso ser tan neutral y transversal, que nunca terminó de cuajar: cuando tuvo
su oportunidad, tras los comicios de 2017, se retiró de la escena, y cuando
pudo gobernar con Pedro Sánchez, volvió a fallar. Ecos nihilistas. Ilusionó a
quienes creyeron ver algo ahí, ¿pero existía? Tal es el vacío a llenar… y el daño a reparar.
En el Sur, se vio con
prontitud, no se entendía ese furor naranja cuando apuntaló cuatro años más, a un
gobierno socialista, cercado por los tribunales, pues la comunidad más poblada
de España llevaba 40 años, sin conocer la alternancia, y con todas las luces de
alarma. Sin embargo, Andalucía despegó. Algo bullía en su interior. Sigamos pues su estela, sin temor…
Alguno de los fundadores
del partido naranja, creyeron bastante que éste nazca, y lo dejaron abandonado a su suerte, como un hijo del que te desentiendes. Luego se sorprenden
del resto: de líquido a liquidado. Zumo Hacendado o ha quedado.
Hace falta un gran amor a España o un ego superlativo para entrar en el escenario político. Algo que rezuman también, Albert e Inés, quienes deslumbraron durante un tiempo hasta que ha dejado de ser su momento. Forjaron un estilo, enamorados de su imagen en el espejo, de hecho, un espejismo, es su partido. En este momento de absolutización de la imagen, sin nada sustancial detrás, que le sirva de fundamento, se ve con claridad. Que se lo digan al Sanchismo, agencia de colocación de amigos y comité de expertos independientes en sobrevivir por mondadientes. Si no fuera trágico, sería cómico.
Un
suspiro por Inés, lozana andaluza de sonrisa natural, hoy sustituida por una
mueca banal. No le ayuda, defender al
desdichado Aguado, que es tanto como quemar los muebles de su propio tejado… De verdad que ¿nadie puede ir contra sus propios actos? Está visto que las reglas de
la lógica no son las de la política y sus antojos.
Podría Inés hablar del
milagro económico de Madrid al que han podido o no contribuir, pero todo lo
demás, es un esperpento, no digno de aliento. "Nosotros
estábamos centrados en gestionar y otros estaban centrados en comunicar",
ha criticado Arrimadas en una entrevista en Hoy por Hoy, de la
Cadena Ser. La reina del Sur, posee un espejo mágico, al que pregunta todos los días: “Espejito mágico, espejito mágico, ¿quién es la más bonita?". El espejo
siempre le responde devolviendo su imagen como reflejo. Y la reina sonríe sin parar. Pero
cuando las cosas empiezan a cambiar y el espejo dice “Ayuso es la más Popular”,
eso es difícil de tragar. Ni con zumo entra ya. El auténtico calvario empezó en 2017, cuando se esfumó con los demás, mientras,
Iglesias se ha ido corriendo de Vallecas, después de Galapagar, y hace poco, del
Gobierno Central para asaltar los cielos de Madrid con un plan sin igual. Pero,
¿qué tiene Madrid que todos quieren vivir allí?
Lo cierto es que de los
tres partidos creados para luchar contra el bipartidismo, el único
que parece quedar en pie es VOX, dado que Podemos está en franco declive, una vez decretado el desahucio de Ciudadanos (ahora
en cuidados paliativos si hubieran votado a favor de una ley tal); se vio
en Cataluña donde nació, y se confirmará pronto en la capital. Mientras tanto, el
PP de Casado sigue en el limbo de la ambigüedad y solo sobreviven sus marcas
regionales personales, es decir, Feijoo
en Galicia, Moreno Bonilla en Andalucía y la pareja política de moda: Ayuso-
Almeida, en Madrid. De las piruetas de Mañueco, mejor no hablar. Y lo de Murcia,
todavía se ha de procesar…
En todo caso, un final amargo para Ciudadanos, en Madrid diríamos: Aguado. El de Podemos, muy buscado. El del Sanchismo, soñado. El del PP, en el centro repensado. Mientras tanto, ¿quién no busca algo sólido o consolidado?
Qué lúcido!
ResponderEliminar"Hace falta un gran amor a España o un ego superlativo para entrar en el escenario político."
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Mi sensación es que la política es uno de los escenarios más complicados para alguien que no quiera acabar con "mi anillooooo" siendo un hobbit inicialmente. Hace falta mucho temple y mucha santidad para no corromperse ...