Algo para recordar
Nos conocimos en pleno mes de julio, en un concierto de verano en la Fuente del Berro, en Madrid. Nos presentó una amiga en común, Eva. Lo primero en lo que me fijé fue en el brillo de tus ojos. Esa luz interior o chispa de vida que desprende el alma, y que asocio a nuestra tierra, Andalucía. Me quedé prendado al verte. Hacía más de un año que había perdido a Pilar, mi mujer, tras una larga enfermedad, y creí que no iba a recuperar el pulso. Hasta que te vi. En ese momento, recobré la ilusión de vivir. Allí estábamos, en aquellos agradables jardines, riéndonos junto a la estatua de Alexandr Pushkin, gran poeta ruso, novelista y dramaturgo. Y me vino a la mente uno de sus poemas. Para A. P. Kern:
<<Recuerdo aquel instante
prodigioso
en el que apareciste frente a mí,
lo mismo que una efímera visión
igual que un genio de belleza pura.
...
Y el corazón me late arrebatado
porque en él nuevamente resucitan
la inspiración y la divinidad
y la vida, y el llanto y el amor>>.
Sin darme cuenta, lo recité en voz alta, y al ver tu reacción, presentí que este era el comienzo de una hermosa amistad... Quién sabe si podría ser, con el tiempo, algo más.
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