Sobre el amor herido, compungido, penitente de María Magdalena
El amor de María Magdalena: un extraordinario y viejo sermón anónimo francés del siglo XVII, lúcido, y de actualidad espiritual, descubierto por Rainer Maria Rilke, gran poeta, en un anticuario parisino en San Petersburgo en el año 1911.
"Si no he inscrito ningún nombre al principio de esta maravilla no es porque no se me haya ocurrido ninguno. Quien que esté familiarizado con Bossuet creerá, quizás con razón en la sublimidad de su pensamiento". Reza el prefacio original.
Alguno de sus fragmentos:
<<El amor une, el pecado distancia, y el amor penitente participa de ambos. Magdalena corre hacia Jesús: eso es amor; Magdalena no se atreve a acercarse a Jesús: eso es pecado. Entra decidida: eso es amor; se acerca con temor y desasosiego: es el pecado. Perfuma los pies de Jesús: eso es amor; los inunda con sus lágrimas: es el pecado. Esparce y prodiga sus cabellos: eso es amor; emjuga con ellos los pies de Jesús: es el pecado. Es ávida e insaciable: eso es amor; no se atreve a pedir nada: es el pecado. Pero Magdalena llora; pero suspira; pero mira, pero calla: eso es amor y pecado . !Qué amable es el amor penitente en sus sumisas insolencias, en sus libertades reprimidas, en sus licencias temblorosas! Y otra vez, !qué amable es, porque ama, porque honra, porque practica la justicia, y la renuncia a los derechos que le pertenecen por el nombre y la caridad del amor, para que con sentimiento de penitencia reine la justicia! >>
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